Se puede volver más canoso y sabio o más viejo y canoso…

Este último, es el caso de Julián Domínguez. Por Raúl Steffanazzi

OPINIÓN10/10/2021REDACCIÓNREDACCIÓN
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Por Raúl Steffanazzi

Este es el caso.
En nuestras columnas hemos manifestado,   (parecía con acidez mezclada con cierta brutal cuota de realismo), que el ministro que asumía después de la Carta Pública de la Señora Vice, tenía fecha de vencimiento. (VER)

Parece, a la luz de escasas dos semanas de asumir y de reuniones con anuncios típicos del “mentiroso” con la vieja picardía, ya venida a menos, de los políticos tradicionales, que no nos equivocábamos.

No es que seamos magos en Pampa Gringa o tengamos dotes de adivinos. Sólo capacidad de análisis del escenario real de la política kirchnerista en acción. Sobre todo ante tan estrepitosa derrota circunstancial, conocimiento de los antecedentes del Gran Ministro y de algún acompañante como el Secretario Jorge Solmi. Entender esto, llevaba a un solo camino: el ministro volvía al mismo lugar más viejo, mas canoso y, encima, falto de reflejos.

Lamento que, en una apresurada nota, un valiosísimo y estimado periodista especializado como Matías Longoni, tuvo el infortunio de titular una nota: “El Huracán Domínguez…”.(VER) Ni brisa fue. Del otro lado del "ring", ponía al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas...  Lo cierto es que no hay que evaluar al ministro sino a la Moreno de polleras, la decisora Ka de todo lo Agroindustrial. Que ahora deja el lugar a otro pantalón del mismo estilo, con cara de niño bueno, un economista capaz de dibujar el mundo, de los que creen que el mercado es cosa de libros, no de oferta y demanda.

Decimos esto porque, del famoso "el Lunes está la Resolución" de venta sin límites de la Vaca de Refugo, Vaca Vieja o de Descarte, (llamémosla como se quiera, para mí la formidable maquina de generar ingresos en la ganadería que ya cumplió su ciclo biológico y gracias a la cultura gastronómica asiática, todavía me da un valor de amortización excepcional) al anuncio del Señor Abogado Solmi, de que los cupos siguen y no sólo para la ganadería sino también para los granos, estamos en el mágico mundo real de la Señora y su Retoño. Los que toman las decisiones de fondo, los que se retuercen de ira por la decisión de la mayoría popular que les dio un bofetón por mentirosos, irreales y sobre todo, vividores de Puerto Madero. La famosa frase política: “el campo es un geriátrico”. 

Ellos nunca dejaron de considerar que todo lo productivo con olor a tierra, a bosta de vaca, a granos, a máquinas agrícolas, a pieles gastadas por el trabajo rural, a los nuevos fenómenos de la actualización tecnológica, es EL ENEMIGO.

El Ministro con fecha de vencimiento, recostado en el costado menos productivo, la intelectualidad rural, que la saca de su rol de investigar, enseñar, difundir, actualizar, para llevarlos a mentir y diagramar grandes planes en el papel, como es el INTA y las Universidades, se embebió de lo escrito hace 10 años y no se percató que hoy el verdadero aparato productivo está en otro lugar, por acción propia. Pero, entrampado en el mismo teatro de siempre, cuando gobierna el kirchnerismo: como buenos generales cobardes (soldados vayan y pelen), dicen, vayan y produzcan, que nosotros generamos impuestos y más impuestos, y aumentamos el número de pobres, para la clientela electoral de nuestro único proyecto: vivir a expensas de los pobres.

Es tal el grado de locura, desconcierto y confusión, que esta vez se sumaron algunos gobernadores a la mentira orquestada para tratar de suavizar con la producción en el territorio, la derrota electoral. Doble trampa. Para ellos sobre todo. Ahora también tendrán que explicar la mentira de Domínguez, enunciada por Solmi. A lo mejor mojan alguna prebenda en la lista de los supuestos frigoríficos que podrían manejar cupos de la cuota de exportación. Con qué poco se conforman. Cuando miles de trabajadores de la carne queden sin trabajo, pregúntenles a la Madre y el Hijo como hacen.

El Secretario Solmi, quien fue quien anunció que siguen los cupos hasta mas allá de Diciembre en la carne, y también vendrán intervenciones en granos (porque de allí se sacan las divisas para sobrellevar el 2022 y 23, terribles por emisión de billete sin valor y con deudas a pagar), es el mismo que en el conflicto del 2008 era un combativo dirigente de Federación Agraria, que zigzagueaba ya, con Massa, para tener cargos políticos para su familia. Por suerte hoy mostró el rostro en primer plano. Ya no finge más.

Para los que creen que todo tiene que salir del Estado (léase de los impuestos que pagamos todos los giles que trabajamos y producimos) y van a las ventanillas del clientelismo en busca de plata para supuestos proyectos productivos de los pobres, de los que dicen que van a producir y vender sus productos, les pedimos que alguna vez demuestren una buena inversión con resultados de ese dinero, que es de todos, hasta ahora malgastado. En lo productivo, digo. Porque para los pobres que generan, a veces, le dan una porción de polenta.

Porque para que una economía de mercado, como lo es Argentina, con ruidos permanentes desde el gobierno de turno, funcione y genere ingresos genuinos, oportunidades laborales y/o productivas, sólo se necesita una sola cosa: generar Confianza y continuidad de políticas correctas,  sin sobrecarga tributaria y con años de sostener las mismas reglas. De lo contrario, seguiremos este sinuoso camino de derrota, de retroceso, de mentiras.

Camino donde se encuentra Santa Fe, por ejemplo. Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, los actores productivos santafesinos aportaron al gobierno nacional por retenciones a las exportaciones $ 198.000 millones sólo durante el primer semestre de 2021. Como contracara, la inversión nacional en Santa Fe, en igual período de tiempo, fue de... $ 7.930 millones.

A esto, el gobierno y su ministro con fecha de vencimiento, le llaman un Gobierno Federal. Desde esta página, decimos que eso es lo que hay que dar vuelta. Que el recurso generado, en mayor porcentaje, se quede en el Territorio, que bien sabe nuestra gringada de trabajo, como reinvertir y producir más bienes y servicios y mas trabajo.

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