Algunas consideraciones sobre el proyecto de las granjas chinas en la Argentina

Compartimos interesante nota de Iris Speroni que publica "Restaurar": "en lugar de exportar carne de cerdo se exportará tierra (arriendo o venta), salarios, maíz y soja. Todo el resto ya no es exportación, porque está en manos chinas, en un enclave chino ¿Cómo será el tratamiento impositivo para con los chinos?"

NOTICIAS 16/08/2020 REDACCIÓN REDACCIÓN
chanchos
ALGUNOS INTERROGANTES El artículo abre algunos interrogantes: En lugar de exportar carne de cerdo se exportará tierra (arriendo o venta), salarios, maíz y soja. Todo el resto ya no es exportación, porque está en manos chinas, en un enclave chino."

Chanchina ha merecido litros y litros de tinta. Muchas de las publicaciones reflejan las voces oficiales  que defienden las inversiones en granjas porcinas con capital chino. Ya hemos planteado en PG algunos interrogantes. 

Al respecto, es interesante el análisis de Iris Speroni que publica el blog Restaurar. Se pregunta: ¿que sostiene la perseverancia de algunos funcionarios públicos que debieran tener una actitud ecuánime? La Cancillería no ha sido franca en abrir los datos del proyecto, generando dudas y desconfianza.

Y responde: 1) Presentan esto como un intento de inversión por parte de empresas chinas; 2) Sostienen que se tratará de establecimientos de 12.000 a 15.000 madres (según el vocero, el número cambia); 3) Serán procesos integrados, donde se tratarán los insumos de maíz y soja para convertirlos en etanol, burlanda, pellets de soja y aceite de soja, así como los desechos de los animales, que serán convertidos en compost y energía; 4) Los frigoríficos estarán dentro del establecimiento 5)Aseguran que toda la obra civil, instalaciones, tecnología es nacional (¿nacional argentina o nacional china?). Algunos de ellos mostraron fotografías de las instalaciones modelo. 6) Los funcionarios “venden” miles de puestos de trabajo.

A estas precisiones, el informe plantea algunas dudas:

  • No existen las empresas chinas. China es un país comunista. El estado posee todo. Adquieren formato de SA para poder actuar en Occidente. Es sólo un disfraz. El inversor sería un estado extranjero.
  • Según la descripción del complejo agroindustrial, no hay forma de que sea 100% tecnología argentina. No existe en el país. La planta de Biogás de Río Cuarto, que es un orgullo, tiene tecnología alemana. Cuando hablan de tecnología “nacional” ¿se refieren a chinas?
  • Miles de puestos de trabajo. Todas las inversiones chinas radicadas en el país han traído personal chino. Ejemplos: la mina de hierro de Sierra Chica o las concesiones de pesca (también de autoría de Felipe Solá).
  • Varias voces aclararon que no vendrán animales desde China.

¿De dónde sacarán las madres entonces? 

Actualmente la producción porcina argentina crece por sus propios medios al 8% anual desde el último lustro. 

La falta de madres es uno de los tres cuellos de botella del crecimiento del sector porcino argentino junto a los impuestos y la demora del SENASA en aprobar frigoríficos. ¿Estás 12.000 madres saldrán de los criaderos actuales? 

Si es así, será el crecimiento de unos establecimientos a costa de otros. La segunda opción sería una mayor retención de vientres que la actual. ¿Cuánto margen hay para un mayor índice de retención? 

Según el Ministerio de Agricultura la faena de “cachorras” fue de 25.517 animales durante 2019. Se suma a la faena de 127.632 cerdas y 101.762 lechones (de los cuales podemos presumir que un 30%-40% son hembras ante la falta de datos). Tanto las cachorras como las lechoncitas requieren tiempo para llegar a su edad fértil. Las cerdas se sacrifican luego de superarla. Entonces, siendo que hoy ya la falta de madres es un cuello de botella ¿de dónde sacarán madres?

Además, "el modelo" que se quiere transplantar desde China requiere cerdas con mayor índice de fertilidad que las nuestras, lo que implica - si China es eliminado como lugar de origen de las madres - importaciones desde Canadá o EEUU de estas cerdas "superfértiles" y "superamamantadoras".

El SENASA permite el ingreso de porcinos vivos desde Canadá y Brasil.  El Ing. Uccelli solicita un lazareto nuevo, grande y moderno en Ezeiza.

Cada establecimiento sería de 120 has. ¿Le vamos a vender 2.400 has al gobierno chino? ¿O van a arrendar? ¿Puede un gobierno extranjero comprar tierras?

Según Coninagro, el tamaño promedio de los establecimientos calificados como “mega” son, en promedio, de 1.214 madres. Pocos llegan a las 5000 madres. El SENASA no tiene experiencia en el contralor de explotaciones de esta magnitud.

La Cancillería propone traer una forma de producción; un "modelo integrado" (tratamiento de insumos, cría de animales, tratamiento de desechos, frigorífico), con una alta concentración de animales.

Ya existe en Río Cuarto con tecnología alemana e iniciativa, capital y trabajo argentino. No "necesitamos" a los chinos para ofrecer esto.

El año pasado el gobierno chino sacrificó cientos de millones de cabezas, con gran pérdida económica, sin explicaciones a la comunidad internacional. Traeríamos una metodología de cría que recurrentemente obliga a sacrificar millones de animales. ¿No es un tema lo suficientemente importante para que se lo explique en detalle? 

¿Qué significa exportar?

El motor del país debe ser exportar. En este caso, que los productores locales exporten más carne de cerdo. Tener con China una relación comercial. Nosotros producimos cerdo, ellos lo compran. A esto yo lo llamo una relación adulta.

Actualmente el crecimiento del sector es del 8% anual con su capital, animales, frigoríficos. Los productores se quejan de los altos costos impositivos y de la falta de frigoríficos aprobados por el SENASA.

La Bolsa de Comercio de Rosario  sostiene que el alto costo impositivo frena la inversión porcina. Si el estado sacara los impuestos adelantados, el sector crecería más aún sin necesidad de inversión externa.  

Y tal vez acá, tengamos una definición diferente de lo que es exportación. Exportar es vender al exterior un producto hecho con tierra, capital, trabajo y conocimiento argentino. Vendo algo, pagan con divisas. Si los factores no son propios, no es una exportación plena. 

La exportación neta es la exportación bruta menos la remuneración del factor que importo. Cuando en el país quedan la renta de la tierra, los salarios, los dividendos y el royalty, la exportación bruta y la neta se igualan. 

Si para un producto  requiero pagar (importar) dividendos y royalty (derechos intelectuales), la exportación neta es el monto exportado menos los dividendos y royalty girados.

Si uno exporta soja, el negocio de toda la cadena termina en el puerto (Bahía Blanca, Rosario, etc.). Si el flete marítimo lo hiciera un armador argentino, la exportación terminaría en el puerto de destino. 

Este proyecto de Solá y Neme es retraer la exportación. No ampliarla sino retraerla. En lugar de exportar carne de cerdo se exportará tierra (arriendo o venta), salarios, maíz y soja. Todo el resto ya no es exportación, porque está en manos chinas, en un enclave chino. Retraigo la frontera comercial, no al puerto, donde hoy sube carne argentina a un barco chino, sino al pago de los insumos. El proyecto es de no-exportación. Sé que es un concepto extraño de explicar, espero haberlo logrado.

Con una gran diferencia: ahora el país exporta soja y maíz a precio pleno (parte para el estado como derecho de exportación, parte para la cadena de producción). Este proyecto hace “exportar” el maíz al enclave chino a precio doméstico, es decir al precio menos el derecho de exportación. Por lo tanto, no subo las exportaciones, sino las bajo. 

Este es un concepto importante, que le da una mirada totalmente opuesta a la "genialidad" que nos ofrecen Solá y Neme.

Para poner otra línea de producción y otra contraparte, para que esto no parezca una defensa de los intereses de la cámara de criadores de cerdos o una diatriba contra el gobierno chino, puedo hablar de la alfalfa. La alfalfa argentina es excelente. La buena alfalfa española contiene un 8% de proteína. La buena nuestra es con el 12%. La alfalfa argentina se exporta a Emiratos Árabes para alimentar a los mejores caballos de carrera y de polo. Es lo mejor de lo mejor. Es el Bentley de la alfalfa. ¿Qué hace la Argentina? Produce y exporta alfalfa. Si mañana vinieran los árabes y comprar o alquilaran tierras, produjeran alfalfa y se la llevaran, estaríamos en la misma situación que con el "proyecto chino", Argentina en lugar de vender el Bentley de las alfalfas pasaría a exportar arrendamiento de tierras y algún salario. Bajaría las exportaciones. No las subiría. Porque retraería su frontera de exportación.

Y acá vamos a la segunda parte que quienes promocionan y promueven este proyecto chino-porcino no nos cuentan: ¿Cómo será el tratamiento impositivo para con los chinos? ¿Importarán maquinaria sin aranceles ni IVA ni IIBB en deslealtad respecto a nuestros productores? ¿Con qué diligencia aprobará el SENASA estos nuevos frigoríficos? ¿Con la misma que muestra para los locales? ¿Repetirán las exenciones impositivas para importar bienes de capital (todas las instalaciones que muestran las fotos) como hacen con la minería, las petroleras, las pesqueras chinas? 

Estaríamos en la situación de siempre: barreras de ingreso a las inversiones locales - básicamente impuestos - lo que hace que ninguna actividad lícita sea rentable en la Argentina y tranqueras abiertas a cualquier extranjero que endulce los oídos adecuados.

* * *

Otro sí digo:

A esta altura, ya no se trata ni de la "fábrica de chanchos", ni de los chinos. Cuando los políticos argentinos huelen dinero para sus bolsillos no hay forma de disuadirlos. Y mucho menos correrlos con los riesgos sanitarios para la población o la pérdida de riqueza que estos proyectos implican. No les importa. Lo han demostrado una y otra vez. Como prueba: el deplorable estado de salud de la población y del servicio de salud, malo y caro, que los políticos proveen. Y sobre la pérdida de riqueza...hace 9 años que la Argentina decrece y a ninguno se le mueve ni un pelo.

No.

No se trata de eso.

Se trata de que si nos van a vender gato, que no nos digan que es liebre. Y que si lo dicen, que no lo creamos.

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