
Este informe del INTA Rafaela analiza cómo dos estrategias de manejo impactaron en el rendimiento y la calidad del silaje en un contexto de condiciones climáticas adversas.
Los resultados de una encuesta online realizada por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Un 60 % de las respuestas sigue considerando a la carne como una comida en sí misma en nuestro país. Un 33 % de la población que la considera como un ingrediente o componente de las comidas y un 7 % ya no la suele tener en cuenta como alimento.
NOTICIAS09/06/2021El IPCVA realizó una encuesta con una base muestral de 1100 casos representativos de todo el país: cómo los argentinos usan su tiempo libre. En ese marco (VER MÁS ABAJO), COCINAR surge como unos de los pasatiempos más elegidos. Ahora bien: ¿qué lugar ocupa la carne? ¿cuáles son los criterios con las que se suele elegir?
¿Qué le interesa al consumidor a la hora de comprar carne?
En un primer orden de prioridades aparece la frescura. Siempre se vincula esta característica con la calidad e inocuidad de la carne. En el tope de los intereses y preocupaciones de la gente se contemplan seguidamente la relación precio/calidad y dentro de la calidad específicamente se tienen en cuenta las características organolépticas visuales como el color de la carne o la cantidad de grasa que presenta. “En el acto de compra, la carne entra por el bolsillo y por los ojos”. En su segundo orden de interés aparecen aspectos más vinculados a las implicancias del producto en la salud y aquellos vinculados al proceso de producción como ser la sanidad y trato que se les da a los animales (bienestar animal) y los cuidados al medioambiente
La carne: ¿una comida o un ingrediente más que “conversa” en el plato?
La mayoría de la gente, con un 60 % de las respuestas sigue considerando a la carne como una comida en sí misma en nuestro país. Sin embargo existe un 33 % de la población que la considera como un ingrediente o componente de las comidas y hay un 7 % que ya no la suele tener en cuenta como alimento.
Un dato interesante es la relación existente entre cómo se considera a la carne (como un ingrediente o una comida) y las preocupaciones emergentes en el acto de compra. Así, aquellos que la ven como una comida están más preocupados por la relación precio/calidad y los aspectos organolépticos, mientras que la ven como un ingrediente, empiezan a prestar mayor atención a cuestiones relacionadas con el trato a los animales y el cuidado del medioambiente.
Aquí hay un espacio interesante para trabajar desde la promoción de carne apuntando al componente cognitivo. Cuando los consumidores dicen saber menos de carnes, normalmente se la considera como un ingrediente y suelen cobrar mayor relevancia las preocupaciones por aspectos vinculados al proceso de producción.
¿Cómo van a ser los consumidores del futuro?
Mientras un 31 % de la gente cree que a los más chicos se los sigue educando para que continúen incorporando a su dieta a la carne como un alimento más; un 61 % de la población piensa que a los más chicos se les está inculcando comer menos carne y un 8 % directamente piensa que se los incita directamente a que abandonen la carne. En el caso de los segmentos más jóvenes de la sociedad, los centennials piensan que se educa a los chicos para que coman menos carne fundamentalmente por cuestionamientos ambientales y de maltrato animal hacia el producto. En el caso de los mayores de cincuenta años, piensan en cambio que en Argentina se promueve en los más chicos un menor consumo de carne argumentando posibles problemas de salud.
Existe una diferencia importante en la percepción de la gente en función de cómo conciben las distintas dietas y su impacto en la salud. Aquellos que piensan que las dietas equilibradas con alimentos de origen animal y vegetal son más sanas, piensan que a los más chicos se los incita a comer menos carne por el mal trato animal. En cambio a aquellos que creen que las dietas más sanas son las conformadas solo por vegetales, piensan que a los chicos se les inculca cada vez más para que directamente abandonen el consumo de carne.
La grieta alimentaria que se pretende imponer desde los sectores ambientalistas y veganos más radicalizados no tiene futuro. Como se demuestra en estas líneas, tratar de concientizar o peor aún convencer a la gente que su salud irá mejor con solo comer vegetales es ir en contra de sus creencias. En un mundo tan disruptivo como confundido en tiempos de pandemia, es difícil prestar atención a información científica y avalada por profesionales. Son tiempos donde un influencer tiene capaz más espacio en la agenda mediática que cualquier médico o nutricionista de reconocido prestigio. El desafío está en mostrar las evidencias y trabajar con testimonios de gente respetada y valorada por la gente. Hay que entender desde este punto de vista cómo funcionan los resortes de la credibilidad. Hablar en el mismo idioma de la gente, con lenguaje sencillo y no tan formal. Manejar la empatía, generar la confianza, transmitir emociones, motivar a las audiencias en sus propias comunidades digitales son los retos para transmitir mejores consejos de alimentación.
La conversación que se da en el plato entre distintos ingredientes o componentes no debe ser una discusión para ver quién gana o cede más espacio. El plato de los argentinos debe ser un plato diversificado, inclusivo y saludable. La carne lo tiene claro y no piensa apartarse del sano equilibrio que propone día a día
EL TIEMPO LIBRE
Las respuestas surgen en el marco de una encuesta realizada por el IPCVA: ¿en qué usamos nuestro tiempo libre los argentinos?
Mirar series y películas, navegar en internet y por las redes sociales, practicar actividad física, reunirse con amigos y cocinar aparecen entre los hobbies y pasatiempos preferidos en el país del tango, el fútbol y el asado. Los resultados de una encuesta online realizada por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) con una base muestral de 1100 casos representativos de todo el país demuestran cómo los argentinos usan su tiempo libre.
Cocinar no significa solamente cocinar los alimentos para obtener una comida. Cocinar significa, entre otras cuestiones, descubrir una nueva receta, recurrir a la nostalgia que implica volver a hacer la receta tradicional de la abuela, tener el secreto que hace ahorrar un peso o si se quiere hace rendir más esa comida que debe dejar satisfechos a todos en casa en tiempos de pandemia.
Partiendo de este marco, el IPCVA entiende que existen oportunidades y es el momento ideal para promover con más fuerza recetas con carne vacuna. De hecho, uno de los ejes comunicacionales de la estrategia de marketing en el mercado interno está centrada en este punto en particular educando al consumidor sobre distintas maneras de aprovechar cortes cárnicos que no se usan habitualmente, explicando nuevas formas de cocción, propiciando comidas balanceadas y equilibradas.
¿Dónde busca información la gente cuando quiere saber qué alimento consumir?
Si bien la búsqueda en google sigue siendo la principal fuente de información a nivel global de la población, bien vale hacer un análisis más desagregado en función de las conductas alimentarias de la gente.
Así mientras que los vegetarianos atribuyen mucha importancia a los comentarios de profesionales y expertos en salud y a lo que se comenta o dice en foros de discusión, los veganos en cambio prestan mucha más atención a lo que publican influencers y los comentarios que circulan en distintas comunidades digitales. Para los flexitarianos, son relevantes los influencers en primer lugar, y le siguen los foros de discusión y blogs como puntos de referencia. Por último aquellos considerados carnívoros tradicionales, acuden a la búsqueda en google, a las comunidades digitales, a los comentarios de profesionales y a la información que buscan en redes sociales.
Este informe del INTA Rafaela analiza cómo dos estrategias de manejo impactaron en el rendimiento y la calidad del silaje en un contexto de condiciones climáticas adversas.
Cabañeros se reunieron con funcionarios nacionales y provinciales en la SRR. Se planteó un proyecto nacional para la mejora genética en el sector lechero.
Desde la Cámara de productores avícolas destacaron el consumo nacional, desbancando a la carne vacuna, pero aseguran que la infraestructura está al límite. "La salud de nuestras empresas depende de eso", cuestionaron.
En una entrevista que publica el portal Aire de Santa Fe, el coordinador de la Comisión de Lechería de Carsfe, Alfredo Trionfini, repasó los aspectos más destacados de los últimos meses para el sector. Planteó las prioridades en el futuro cercano.
Dos tambos de Villa María son los primeros en Argentina en implementar la norma Iram 14400, un sello de calidad que garantiza que realizan “Buenas prácticas para la producción lechera bovina”
En la Sociedad Rural de Rafaela, se hizo un encuentro encuentro de productores y profesionales orientado a motivar el desarrollo de la cadena ovina, como alternativa complementaria en los campos de esa región
Alejandro Coianiz, de la Cámara Avícola de Santa Fe, explicó que el reciente aumento en el precio del pollo responde a factores estacionales y no a la flexibilización del cepo al dólar.
El Gobierno de Santa Fe brinda una oferta de 26 herramientas crediticias con tasa subsidiada y devolución de hasta 36 meses. La demanda supera todo lo otorgado con respaldo provincial en 2024. Las líneas crediticias, detalladas una por una en este artículo
Se oficializó la medida que extiende el plazo desde el 1 de marzo hasta el 31 de agosto de 2025, incluyendo nuevas localidades y ampliando la cobertura en las regiones más perjudicadas por la sequía reinante. La medida -solicitada oportunamente por el Gobierno provincial- implica un alivio fiscal concreto para los productores afectados, que se suma a las acciones ya dispuestas por el gobierno santafesino.
El queso azul santafesino representa el 97 % de las exportaciones nacionales. El Gobierno Provincial encara diferentes acciones para una estrategia de promoción, desde lo productivo y lo turístico, en un trabajo conjunto del Estado y el sector privado, de cinco departamentos.
Son sectores más dinámicos que los de soja, maíz y trigo. Y ratifican el rol decisivo de la agroindustria provincial.